Un reciente informe señala que el 28.5% de las mujeres en el país deciden emprenden un negocio. La tendencia se replica en toda América Latina
América Latina es la región en donde más mujeres se animan a emprender un negocio, reveló el Informe Global de Monitoreo del Emprendimiento 2023/2023, desarrollado por el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) y publicado a mediados de febrero.
Se trata de una zona en la que un tercio de las mujeres, en un promedio de edad de 18 a 64 años, deciden iniciar un negocio. Es por esto, que la lista de los 10 países con mayor porcentaje de mujeres que emprenden un nuevo negocio, está ampliamente ocupada por países latinos: Ecuador (33,4%), Chile (30,2%), Guatemala (28,8%), Panamá (28,5%), Colombia (26,1%), Tailandia (24,5%), Uruguay (23,9%), Arabia Saudita (23%), Venezuela (21,4%), Puerto Rico (20%) y México (16,1%).
La situación cambia cuando se mide la proporcionalidad, dado que solo hay cinco naciones en el mundo en donde el porcentaje de mujeres que comienzan un nuevo negocio es proporcional al de los hombres que lo hacen: China, Colombia, Ecuador, Tailandia y Lituania.
Otro punto llamativo es el de la cantidad de mujeres que son propietarias de una empresa establecida. Solo Israel posee un porcentaje igual de hombres y mujeres que tienen una empresa de este tipo.
Es importante destacar que la lista de los países con mayor porcentaje de mujeres emprendedoras está conformada por naciones de ingresos medios (con un Producto Interno Bruto per cápita que va de entre los $25.000 a $50.000) y bajos (con un Producto Interno Bruto per cápita que es menor a los $25.000), siendo Arabia Saudita el único caso de un país con ingresos altos (con un Producto Interno Bruto per cápita que es mayor a los $50.000).
Según GEM, “el análisis muestra que algunas economías pueden crear un entorno desafiante para las mujeres empresarias”, dado que el porcentaje de mujeres que lideran empresas consolidas es “particularmente bajo” y, en el caso de América Latina, se trata de zonas que por su nivel de pobreza y barreras culturales hacen difícil que el emprendimiento femenino aumente.
Fuente: Revista Summa