Planning makes perfect.

¿Qué tan fácil es iniciar un negocio en América Latina?

La región de Latinoamérica y el Caribe, pese a ser menos desarrollada que Europa, Norteamérica y Asia, sigue abriéndose camino en temas de emprendimiento; sin embargo, cuando analizamos el panorama en temas de innovación y tecnología, aún existe una baja estadística de empresas de base tecnológica medianas o las llamadas “unicornios”; esto en comparación a otros países en vías de desarrollo como Brasil, India, Rusia o Asia del Este, que muestran un mayor índice de emprendimientos tecnológicos, de acuerdo a información del Índice Global de Emprendimiento 2024.

Pero, ¿por qué ha sido tan difícil emprender en Latinoamérica? A pesar de las diferencias económicas y sociales de cada país, los principales retos que he observado a lo largo de los años van desde el modelo de negocio hasta el talento especializado.

Por ejemplo, los emprendedores latinos ven como oportunidad el replicar modelos de negocio de otros países, sólo por el simple hecho de que los hemos visto despegar. Sin embargo, para emprender con éxito, es imprescindible analizar no solo el modelo de negocio, si no cuáles variables fueron las que los llevaron a crecer exponencialmente, entre estas se encuentra el analizar el mercado actual al que nosotros queremos atacar, el precio que el usuario está dispuesto a pagar, el ticket promedio e inclusive el país y la cultura de cada nación.

Y, aunque existen necesidades desatendidas, como la movilidad, los servicios financieros, la logística, entre otros, los fundadores y directivos de empresas tecnológicas deben entender desde la raíz el verdadero problema al que se enfrenta la sociedad. No sólo se trata de vender un servicio, se trata de cubrir una necesidad a través de un servicio que sea adaptado al país donde se ofrece y que cumpla con los estándares calidad que el usuario espera de ello.

Para comprenderlo, es necesario realizar múltiples estudios que nos permiten conocer cómo es la cultura del país, cuáles son las necesidades del público meta y cómo podemos resolverlas. Inclusive, si podemos contar con Big Data, el análisis será aún más exhaustivo.

Por otro lado, cuando hablamos de pagos electrónicos, estas son soluciones que facilitan el acceso a nuevos sistemas o servicios basados en plataformas tecnológicas y que además permiten que las transacciones se realicen de forma rápida; sin embargo, la adopción de pagos electrónicos e incluso de servicios financieros en Latinoamérica sigue limitando el crecimiento y la expansión de nuevos negocios.

El Global Findex 2024 menciona que el 54.4% de los adultos en América Latina y el Caribe tienen acceso a una cuenta, sin embargo, aunque la cifra es significativa, todavía 45.6% de la población latina no tiene una cuenta. Tan sólo en México, el 56% de la población no posee ninguna cuenta bancaria, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), lo cual se convierte en una barrera de acceso para nuevas plataformas tecnológicas.

En cuanto al talento especializado, es fundamental seguir impulsando, que tanto hombres como mujeres, busquen enfocarse en carreras STEAM (Science, Technology, Engineering and Mathematics), pues, aunque hoy en día ya han tomado auge a nivel Latinoamérica, necesitamos más personas aportando o liderando temas de tecnología e innovación. Aunado a esto, la fuga de talentos que emigra hacia Estados Unidos es un factor determinante para que cada vez sea más complicado encontrar perfiles altamente especializados, debido a que en sus países de origen no existen oportunidades laborales o profesionales que les permitan quedarse.

Finalmente, uno de los factores que toma mayor relevancia es la presencia de gobiernos locales dispuestos al cambio, pues a través del diálogo y la apertura a recibir nuevos modelos de negocio, deben llegar a acuerdos o regulaciones que favorezcan la innovación al 100%, por ejemplo, la regulación sobre movilidad en la que México fue el primer país de Latinoamérica en realizarla o la Ley Fintech.

Aunque es claro que para los países puede ser complicado apoyar la innovación, de acuerdo al Índice Mundial de Innovación 2024, los países de Latinoamérica con mayor presencia en temas de innovación son: Chile (46), Costa Rica (53) y México (58). Por el momento, ninguno de ellos figura entre los 10 primeros, pero es evidente que Latinoamérica va tomando fuerza ante países que se han destacado por emprender.

Fuente: Revista Digital Alto Nivel

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El presupuesto 50/30/20: así es como te ayuda a ahorrar

A la hora de ahorrar, uno de los métodos que más ayuda a conseguir ese “dinero extra” que se necesita es la Regla 50/30/20.

¿Qué es la regla 50/30/20 del ahorro?

La regla 50/30/20 es simple: consiste en “emplear” los ingresos mensuales que llegan a la cuenta bancaria, en base a 3 categorías de gastos (y a unos porcentajes):

  • Necesidades primarias (un 50%).
  • Caprichos (un 30%) 
  • Ahorro para el futuro (un 20 %).

La regla 50/30/20 es un método de uso común, cada vez más extendido y aceptado por todos aquellos que, además de ahorrar para el futuro, quieren tener un control de lo que gastan, mensualmente, sin que “la  contabilidad” se convierta en una tortura.

¿Qué cambio, en el ahorro, se produce con la regla 50/30/20?

Uno de los principios básicos de las finanzas, más a la hora de ahorrar, es que restando los gastos que se tienen a los ingresos que se obtienen, el resultado es el dinero que se ahorra. Es decir: gastos – ingresos = ahorro.

Si se aplica la regla 50/30/20 se cambia el orden de los términos, es decir, a los ingresos se le resta el ahorro, quedando la operación matemática siguiente: ingresos – ahorro = gastos. Esto, por nimio que parezca, hace que, desde un primer momento, se tenga en cuenta el porcentaje de ahorro con el que hay que cumplir cada mes. De esta forma, esa cantidad de dinero se descontará desde el principio, gastando menos mes a mes y acumulando más dinero para el futuro.

Regla 50/30/20: el 50 % para cubrir las necesidades básicas

A la hora de controlar los gastos, y de ahorrar, es fundamental que no se destine nunca más del 50 % de los ingresos mensuales a cubrir las necesidades básicas de una persona. A pesar de ser la partida presupuestaria más amplia de esta regla 50/30/20, a algunos puede no parecerles suficiente para vivir el día a día. Pero esto sucede, sobre todo, cuando no se tiene claro qué es un bien de primera necesidad y qué es algo prescindible.

Así, y si se va a aplicar la regla 50/30/20, el 50 % de lo que se gana debería gastarse en:

  • El pago de la hipoteca o alquiler.
  • Los gastos habituales de una vivienda, tales como la luz, el agua, la cuota de comunidad, la recogida de basura, etc.
  • La comida del mes.
  • El pago de escolaridad en caso de estar estudiando o tener hijos que lo hagan.
  • Calzado y vestuario.
  • Transporte al trabajo.

Todos estos gastos tienen una cosa en común: son vitales en el día a día de la persona.

Regla 50/30/20: el 30 % para gastos prescindibles

Es, de las 3 categorías en las que se divide la regla 50/20/30, la que más va a costar cumplir (a pies juntillas). Consiste en destinar el 30 % de los ingresos que se perciben, y no más, a aquellos gastos del día a día o puntuales que son prescindibles (y que se realizan, en la mayoría de los casos, para aumentar la calidad de vida). Dentro de esta categoría se incluyen, por ejemplo, las actividades de ocio (como ir al cine, salir a cenar algunos días fuera de casa o hacer un viaje por vacaciones).

Regla 50/30/20: el 20 % para el ahorro

Por último, en la regla de ahorro 50/30/20 se encuentra la categoría más dolorosa de aplicar ya que, tras hacerlo, genera una merma del 20 % en el dinero a gastar. Para paliar la sensación de perder poder adquisitivo es importante hacer dos cosas (cada mes). Lo primero es descontar el porcentaje de ahorro nada más recibir la nómina mensual. De esta forma, ya desde el primer día del mes, se contará con la cantidad real, de cara a organizarse, y no con el total.

Lo segundo es ingresar ese 20% del dinero en una cuenta que no sea la habitual. Por ejemplo, en una cuenta de ahorro (como la Cuenta Metas de BBVA), con unos buenos intereses. Así se verá cómo, mes a mes, la cantidad de esa cuenta crece con el dinero ingresado más los intereses, lo cual hará más fácil separar a principio de mes el 20 % necesario para gastos futuros que implica esta regla 50/30/20.

Antes de usar la regla 50/30/20, ¿qué se debe hacer?

Si se tiene claro que, tras revisar los distintos métodos que hay, la regla 50/30/20 es la más adecuada para empezar a ahorrar, previamente hay que:

  • Calcular los ingresos mensuales (hablamos de la cantidad que se percibe en la cuenta bancaria (cada mes), si se trabaja por cuenta ajena, y lo que se gana, también al mes y tras retirarse los gastos que se derivan de la actividad profesional y los impuestos, si se trabaja por cuenta propia).
  • Revisar los gastos que se tienen al mes (tomando un extracto bancario o, en su lugar, con la ayuda de las herramientas que ofrece la banca online de BBVA). Una vez se tengan, habrá que incluirlos en una de las 3 categorías de la regla 50/30/20.
  • Ajusta los gastos que se han obtenido, y clasificado, según lo indicado en la regla 50/30/20.

Fuente: BBVA Blog

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Inflación y tasas de interés: ¿cómo contribuye la burocracia al valor del dinero?

¿Cómo es el panorama actual de la tasa de interés en México? El CAT (Costo Anual Total) de Banamex, sin IVA, marca un 67.7%. (El CAT de las distintas tarjetas va del 23.5% -Banregio- al 107.9% -IDEAL Scotiabank-).

El Banco de México ha presentado un aumento constante en la “tasa de referencia”, lo que ha provocado una presión para quienes tienen deuda variable en hipotecas y tarjetas de crédito. Lo mismo sucede con las tiendas departamentales que emiten plásticos. Este golpe al consumo representa un peligro importante al crecimiento de la economía, el cual es satisfactorio a día de hoy.

Según expertos financieros, el Banco de México aumentará su tasa de referencia del 9.25% al 10.75%, con el objetivo de detener la inflación. El efecto de la Guerra en Ucrania disparó todos los precios del petróleo, el gas, los granos y el fertilizante, lo cual descarta la perspectiva de que se trata de un fenómeno local, propio de México. Somos espectadores de una tragedia mundial que ha producido dolor y pobreza. Europa pasará frío este invierno por la falta de gas ruso, algo que nunca imaginamos para el continente más rico, desarrollado y equilibrado.

¿Existe un rayo de esperanza en tan sombrío panorama? Tan sólo el pronóstico de que esta situación duraría menos de un año. Todos los bancos centrales de las economías más grandes están haciendo lo mismo y lo que algunos temen ya no es un largo periodo de inflación sino de deflación. En cuanto falte el dinero y sobre la oferta de bienes, los precios podrían regresar, como fue el caso de Japón, que sufrió deflación durante dos décadas con grandes problemas económicos.

Cuando hay inflación, los consumidores compran de forma inmediata porque en el futuro cercano los precios serán más altos; cuando hay deflación, por otro lado, la gente guarda su dinero porque le alcanzará para comprar más en el futuro. La meta propuesta por el Banco de México es llegar al 3% de inflación a finales del 2024, justo cuando cambie el sexenio. 

Una de las causas de la inflación en el precio del dinero (tasas de interés) es la burocracia judicial. Los bancos tienen que quebrantar miles de cuentas por la burocracia judicial. Cobrar una cuenta en México es un proceso enrevesado que puede durar años.

El buró de crédito ayuda; los historiales crediticios de los consumidores también, pero la ejecución de un cobro es impredecible. ¿La solución de la banca mexicana? Cobramos altas tasas para ganar mucho y reponer las quiebras financieras. Además el fisco no ayuda al impedir que las cuentas incobrables sean deducibles.