¿Cómo hacer un buen presupuesto familiar? - Bullk Services

¿Cómo hacer un buen presupuesto familiar?

Es habitual pensar que ahorrar es sinónimo de no gastar. Nada más lejos de la realidad. Ahorrar significa gastar mejor para poder sacar el máximo partido al dinero y, además, reservar una cantidad con la que cumplir las metas financieras. El primer paso para conseguirlo es elaborar un presupuesto familiar donde aparezcan los gastos mensuales de una persona, o de una familia, correctamente clasificados.

Además, es importante reflejar los gastos fijos, gastos variables, gastos superfluos e incluso los gastos innecesarios y egresos. Con todo ello lograremos controlar los gastos y cuidar la salud financiera.

Organizar las finanzas es fundamental para disfrutar de una vida sana en el aspecto económico. Un presupuesto, en el que aparezcan correctamente reflejados los gastos además de los ingresos, es una herramienta muy útil para comprobar el estado financiero y tomar decisiones con conocimiento de causa.

Estos son los gastos que, según la clasificación del portal especializado Finanzas Para Todos, iniciativa del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores dentro del Plan de Educación Financiera, deben tenerse en cuenta para que el presupuesto sea realmente una ayuda.

¿Qué son los gastos fijos obligatorios?

Son aquellos gastos necesarios que se repiten periódicamente, por lo que se sabe con antelación cuándo hay que pagarlos y qué cantidades se deben abonar. En esta categoría se encuentran los gastos de vivienda, educación, seguros, impuestos y préstamos, entre otros. Estos pagos no suelen admitir demora y pueden conllevar penalizaciones en caso de retraso, lo que supondría un incremento de la deuda.

Los gastos fijos obligatorios son prioritarios y deben abonarse primero. Por lo tanto, si hubiera dificultades para pagarlos, convendría reducir los gastos en las otras categorías o, si la situación no mejorara, intentar renegociar la deuda con los acreedores.

Gastos variables necesarios

Esta categoría, igual que la anterior, se compone de aquellos gastos que son necesarios para la vida cotidiana. Sin embargo, en este caso, las cantidades no son fijas ya que pueden reducirse o aumentarse según las circunstancias. Esto ocurre, por ejemplo, con la cesta de la compra. Es un gasto necesario, pero podría reducirse, si fuera preciso, con pequeños gestos de ahorro como adquirir productos de marca blanca en vez de marcas conocidas o comparar precios entre supermercados para diversificar la compra en función de los mismos.

En esta categoría entran también los gastos de transporte, ropa, electricidad, agua, etc. Todos ellos se podrían reducir, si hubiera aprietos para satisfacer los gastos fijos obligatorios.

¿Cómo calcular el ahorro en un presupuesto?

Esta categoría es quizá una de las más difíciles de controlar. Los gastos discrecionales varían mucho y van asociados a los deseos y necesidades del individuo en cada momento, por lo que tienen una carga emocional que, a veces, no permite ver la situación financiera con claridad.

El presupuesto ayuda a reflexionar sobre estos gastos para verlos como lo que suelen ser: una merma en los ingresos que no revierte en una mejora significativa de la calidad de vida. Eso no quiere decir que, cuando la situación económica lo permita, no haya un hueco para darse un capricho o gastar algo en ocio, pero si hay problemas para pagar los gastos necesarios, los discrecionales deberían ser los primeros en recortarse.

Un presupuesto que refleje correctamente los gastos, debería incluir también el ahorro como un gasto más, pero ¿cuánto habría que destinar a esta categoría? A priori, resulta difícil “renunciar” a una cantidad mensual, aunque suponga un beneficio en el futuro. La regla 50-20-30 puede ser una buena guía. Consiste en dividir los ingresos mensuales en los siguientes porcentajes: 50% para gastos obligatorios y gastos necesarios, 30% para gastos discrecionales y 20% para el ahorro.

Un buen truco para evitar la tentación de gastar ese 20%, es descontar el porcentaje destinado al ahorro en cuanto llegue el ingreso y meterlo, por ejemplo, en una cuenta de ahorro. Así se contará únicamente con las cantidades destinadas a los demás gastos y mientras tanto, los ahorros irán creciendo gracias a los intereses.

En definitiva, el presupuesto es una herramienta con la que se aprende, no solo a tener una mejor salud financiera sino a gastar mejor, permitiéndole a la persona afrontar cualquier emergencia financiera que se le presente y cumplir todas sus metas de ahorro, sin perder calidad de vida.

Fuente: Querido Dinero, BBVA.

vista-superior-mano-aceptando-dinero-sobre-escritorio-min

Inflación y tasas de interés: ¿cómo contribuye la burocracia al valor del dinero?

¿Cómo es el panorama actual de la tasa de interés en México? El CAT (Costo Anual Total) de Banamex, sin IVA, marca un 67.7%. (El CAT de las distintas tarjetas va del 23.5% -Banregio- al 107.9% -IDEAL Scotiabank-).

El Banco de México ha presentado un aumento constante en la “tasa de referencia”, lo que ha provocado una presión para quienes tienen deuda variable en hipotecas y tarjetas de crédito. Lo mismo sucede con las tiendas departamentales que emiten plásticos. Este golpe al consumo representa un peligro importante al crecimiento de la economía, el cual es satisfactorio a día de hoy.

Según expertos financieros, el Banco de México aumentará su tasa de referencia del 9.25% al 10.75%, con el objetivo de detener la inflación. El efecto de la Guerra en Ucrania disparó todos los precios del petróleo, el gas, los granos y el fertilizante, lo cual descarta la perspectiva de que se trata de un fenómeno local, propio de México. Somos espectadores de una tragedia mundial que ha producido dolor y pobreza. Europa pasará frío este invierno por la falta de gas ruso, algo que nunca imaginamos para el continente más rico, desarrollado y equilibrado.

¿Existe un rayo de esperanza en tan sombrío panorama? Tan sólo el pronóstico de que esta situación duraría menos de un año. Todos los bancos centrales de las economías más grandes están haciendo lo mismo y lo que algunos temen ya no es un largo periodo de inflación sino de deflación. En cuanto falte el dinero y sobre la oferta de bienes, los precios podrían regresar, como fue el caso de Japón, que sufrió deflación durante dos décadas con grandes problemas económicos.

Cuando hay inflación, los consumidores compran de forma inmediata porque en el futuro cercano los precios serán más altos; cuando hay deflación, por otro lado, la gente guarda su dinero porque le alcanzará para comprar más en el futuro. La meta propuesta por el Banco de México es llegar al 3% de inflación a finales del 2024, justo cuando cambie el sexenio. 

Una de las causas de la inflación en el precio del dinero (tasas de interés) es la burocracia judicial. Los bancos tienen que quebrantar miles de cuentas por la burocracia judicial. Cobrar una cuenta en México es un proceso enrevesado que puede durar años.

El buró de crédito ayuda; los historiales crediticios de los consumidores también, pero la ejecución de un cobro es impredecible. ¿La solución de la banca mexicana? Cobramos altas tasas para ganar mucho y reponer las quiebras financieras. Además el fisco no ayuda al impedir que las cuentas incobrables sean deducibles.