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Oportunidades en la integración de la Economía Circular y la Inteligencia Artificial en Latinoamérica

La sostenibilidad ha tomado una gran importancia, a escala mundial, a partir del estudio del calentamiento global y los retos sociales que trae consigo, tales como el crecimiento en la desigualdad dentro de las sociedades. Especialmente en las economías en desarrollo, la integración de la economía circular (EC) y la inteligencia artificial (IA) ofrece oportunidades prometedoras para hacer frente a estos retos globales, fomentando al mismo tiempo un crecimiento económico responsable.  

Esto ocurre porque se considera que la IA puede optimizar el uso de recursos limitados y la minimización de desperdicios en economías circulares, impulsando la sostenibilidad. Específicamente, este artículo explora la intersección entre la EC y la IA en el contexto boliviano, proporcionando perspectivas valiosas y recomendaciones para gerentes de cadenas de suministro en toda América Latina.

Entendiendo la economía circular (EC)

La EC representa un cambio del modelo de economía lineal tradicional de “tomar, producir, botar” hacia un enfoque sustentable que hace énfasis en reducir desperdicios, extender la vida útil de los productos y regenerar los sistemas naturales. La meta principal es eliminar los desperdicios y la polución para mantener los productos y materiales en uso y regenerando los sistemas naturales.   

La adopción de la EC en las empresas puede mejorar significativamente la eficiencia del uso de recursos, reducir el impacto ambiental y promover la resiliencia económica. Por ejemplo, se estima que la transición a la EC podría generar un crecimiento económico de 4.5 billones de dólares a nivel mundial, al fomentar un uso más eficiente de los recursos y reducir los costos de los materiales.  

El rol de la Inteligencia Artificial (IA)

La IA es una tecnología emergente que tiene un potencial significativo para acelerar la adopción de prácticas de EC. Concretamente, al optimizar la gestión de recursos y mejorar la eficiencia operativa, la IA puede contribuir significativamente al incremento de la eficiencia en el uso de recursos hacia el logro de los objetivos de desarrollo sostenible y la diversificación económica. Las aplicaciones específicas incluyen, entre otros, la agilización de los procesos de gestión de residuos, la mejora de los sistemas de reciclaje y la habilitación de prácticas agrícolas circulares avanzadas.  

Sin embargo, a pesar de sus innegables beneficios, es fundamental reconocer que, si bien la IA y otras tecnologías avanzadas son herramientas poderosas para mejorar la eficiencia de las empresas, no pueden funcionar de manera eficaz de manera aislada. Su éxito depende en gran medida de una infraestructura estatal sólida, sociedad con niveles altos de educación, la aplicación del estado de derecho y la estabilidad político-social.

El registro histórico muestra que las tecnologías eficientes requieren un entorno estable donde se respeten las regulaciones y la infraestructura social respalde su desarrollo. Sin estos elementos fundamentales, incluso las tecnologías más avanzadas pueden no alcanzar su máximo potencial. La historia ofrece numerosos ejemplos de este fenómeno.  

Por ejemplo, la adopción generalizada de las primeras computadoras personales en los países en vías de desarrollo se vio obstaculizada por la falta de una infraestructura eléctrica confiable y de un soporte técnico adecuado. A pesar de su potencial para revolucionar la educación y los negocios, estos dispositivos a menudo permanecieron infrautilizados debido a estos desafíos subyacentes de infraestructura y reglamentación.

Igualmente, la pandemia del COVID-19 demostró que, a pesar del avance de las tecnologías de educación a distancia, sistemas educativos deficientes, la ausencia de conexiones de banda ancha, acceso a equipos computacionales, y alfabetismo computacional, perjudicó el rendimiento académico de miles de estudiantes latinoamericanos. 

Inteligencia artificial en finanzas

Desafíos en el contexto latinoamericano: el caso boliviano 

Bolivia, uno de los países menos desarrollados de América Latina, ejemplifica los desafíos únicos que enfrenta la integración de la EC y la IA. Estos desafíos incluyen restricciones económicas, preparación tecnológica limitada, infraestructura inadecuada y sistemas educativos deficientes. Además, aunque los países en vías de desarrollo contribuyen mínimamente a las emisiones globales de carbono, sufren los impactos más severos del cambio climático.   

A pesar de estos obstáculos, la adopción de la EC y la IA ofrece beneficios significativos, incluido un mayor crecimiento económico, creación de empleo y sostenibilidad ambiental. Sin embargo, una comprensión integral del contexto local y estrategias especificas son esenciales para una ejecución exitosa.

Una integración poderosa

La integración de la EC y la IA tiene un potencial significativo para abordar los desafíos de sostenibilidad y promover el crecimiento económico en América Latina. A pesar de las dificultades, las estrategias adaptadas y los esfuerzos colaborativos pueden impulsar la adopción exitosa de estas prácticas transformadoras.

Al centrarse en la educación, aprovechar la tecnología, fomentar la colaboración y asegurar un sólido apoyo infraestructural y regulatorio, los gerentes de la cadena de suministro en América Latina pueden liderar el camino hacia un futuro más sostenible y próspero. 

Fuente: The Logistic World

Fintech crecen más de 340% en América Latina en seis años y expertos ven margen para seguir - Bullk Services

Fintech «crecen más de 340%» en América Latina en seis años y expertos ven margen para seguir

Los emprendimientos en finanzas tecnológicas crecieron más de un 340% en los últimos seis años en América Latina, con Brasil, México y Colombia en la delantera, mientras expertos consideran que el sector aún tiene margen para crecer y aportar a la inclusión financiera.

Según el estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la empresa de innovación y capital de riesgo Finnovista, la cantidad de emprendimientos de finanzas tecnológicas creados en los últimos seis años pasó de 703 empresas en 18 países en 2017 a 3.069 en 26 países en 2023.

Del total de las fintechs en América Latina, un 57% tiene como población objetivo a personas y empresas sub-bancarizadas o no bancarizadas, mientras que, en 2021, ese porcentaje era del 36%.

«Los consumidores están demandando más y hay un enfoque muy claro de las fintechs de seguimiento a sectores que no tienen mucha inclusión financiera, y es una que prioridad que tenemos», dijo a Reuters Anderson Caputo, jefe de la división de conectividad, mercados y finanzas del BID.

En el caso de las personas que no están bancarizadas, el segmento de las fintechs que lidera su llegada es el de préstamos, mientras que en el caso de las pequeñas y mediadas sub-bancarizadas el segmento líder es el de pagos y remesas.

De acuerdo al reporte, Brasil es el país con más emprendimientos, con un 24% del total; luego viene México, con un 20%; Colombia, con un 13%; y Argentina y Chile, con el 10% cada uno.

«Una de las cosas que queda claro en los informes es la relación positiva que existe en los avances regulatorios y la capacidad que los países tienen», apuntó Caputo durante una entrevista para comentar los resultados del informe desde Bogotá.

El reporte marca como hechos destacados para el período 2021-2023 la publicación e implementación de leyes en Chile, Ecuador y Perú, así como la publicación de regulación específica para «pagos instantáneos de bajo valor interoperables y finanzas abiertas en Colombia».

«UN SEGUNDO TIEMPO»

Entre los desafíos que mencionan las fintechs se encuentran la escalabilidad y el acceso al financiamiento. Según el estudio, las empresas se orientan a fuentes de financiamiento institucionales junto a capital de riesgo, tanto local como internacional.

Y si bien entre 2021 y 2022, la inversión en capital de riesgo «se redujo a la mitad, hasta 7.800 millones de dólares, fintech sigue siendo el sector con mayor participación representando el 43%» del total, y «un renglón importante para la inversión extranjera directa en la región», apunto el estudio.

Según el reporte, Perú, Ecuador, República Dominicana, Uruguay, Costa Rica y Guatemala son países que se desarrollan «con notable dinamismo, registrando un crecimiento anual promedio de 44% entre 2017 y 2023».

«Mi impresión en general es que hay muchísimo para hacer, creo que hay todavía (…) tanto de la población como de las firmas muchísimas necesidades no cubiertas y estamos en la primera parte del partido, queda un segundo tiempo todavía por jugar también», dijo Fermín Bueno, socio fundador de Finnovista en la entrevista.

Uno de los fenómenos que los expertos ven en los últimos años es la colaboración entre actores tradicionales, como los bancos, y las fintechs en términos de alianzas o financiamiento.

«Los mercados líderes como Brasil, México, Colombia, donde están los actores digamos tradicionales incumbentes más sofisticados (…) ya pasaron esa fase de negación del fintech y claramente están en una fase de entrar en alianza para cocrear solución e incluso invertir fondos», dijo Bueno.

Fuente: Yahoo! Finanzas