Hoy en día, solo 14 países de América Latina y el Caribe garantizan el mínimo de 14 semanas de licencia de maternidad remunerada recomendada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), según UNICEF.
De esos países, solamente seis ofrecen a las madres trabajadoras 18 semanas de licencia de maternidad remunerada.
En tanto, de los 26 países América Latina y el Caribe prestatarios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), solo 18 cuentan con licencias de paternidad. Estas licencias tienen una duración de entre 2 hasta 14 días.
En Perú, la Comisión de Trabajo del Congreso ratificó esta semana un proyecto de ley que amplía de 10 a 15 los días de licencia remunerada por paternidad, tanto para trabajadores varones del sector público como del privado. En el caso de que se presenten nacimientos prematuros o partos múltiples, la licencia será de 25 días, en lugar de 20 días como es ahora.
Mientras que en México, la Cámara de Diputados aprobó en diciembre una modificación en la Ley de Trabajo los permisos de paternidad pasarán de 5 a 20 días a partir del nacimiento del menor o en caso de adopción de un infante. De presentarse complicaciones después del parto, se otorgará un permiso de hasta 30 días.
A pesar de los avances en la regulación y extensión de licencias, de acuerdo con la consultora para la División de Género y Diversidad del BID, Naiara Martínez Martínez, estas por sí solas no terminan de resolver la distribución desigual de cuidados en las familias.
“¿Una de las razones? Aunque las licencias de paternidad sean más amplias, muchos padres no usan estos permisos”, dijo la experta en un artículo de opinión publicado por la multilateral.
Hay varios factores que explican esa conducta, principalmente, que en algunos países las licencias de paternidad no están 100% remuneradas, los permisos suelen ser poco flexibles, o traen repercusiones laborales.
Para Martínez Martínez, la importancia de visibilizar las licencias compartidas está en que “estas constituyen una herramienta de impacto para alcanzar sociedades más igualitarias”.
Y aunque Cuba sea por ahora el único país de la región que concede licencia para crianza compartida, para Rudy Castañeda, un cubano radicado en España, “es otro universo” que no puede compararse con otro país, “Cuba amplían el derecho de paternidad cuando no hay leche ni cereales para alimentar a ese niño y los servicios sanitarios pediátricos están bajo mínimos”.
Fuente: Bloomberg en Línea