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Economía y el desarrollo sostenible en América Latina: un desafío urgente que atender

América Latina y el Caribe están entre las regiones más afectadas a nivel global por el cambio climático. De acuerdo con datos del Instituto Global para el Crecimiento Verde (GGGI), más de doscientos millones de personas en la región ya se han visto afectadas por los fenómenos relacionados con el clima. Además, la región registró una pérdida de biodiversidad del 94%, la mayor del mundo.

Derivado del panorama antes mencionado, GGGI realizó el foro digital “Finanzas para la Adaptación, Biodiversidad e Inclusión Social en América Latina y el Caribe”, un encuentro que reunió a destacados líderes gubernamentales, expertos en finanzas y representantes de diversas organizaciones para discutir y reflexionar sobre los desafíos y logros en materia de financiamiento para la adaptación y la conservación de la biodiversidad en la región.

Los especialistas compartieron conocimientos y experiencias cruciales para abordar los desafíos ambientales y promover el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe. Estuvo dedicado a la discusión de las necesidades, iniciativas y logros de financiamiento en materia de adaptación y biodiversidad en la región.

Uno de los ponentes más relevantes en el evento fue Gabriel Yori, Subsecretario de Hacienda y Crédito Público de México, compartió su perspectivas sobre estrategias financieras para abordar los retos climáticos.

“Centrarse en los países de renta media es esencial debido a sus desafíos únicos, su importancia ecológica global y la necesidad de una colaboración multisectorial para garantizar un desarrollo resiliente y sostenible. Este esfuerzo requiere la coordinación entre los Ministerios de Finanzas, Planeación y Medio Ambiente, además del apoyo de socios como GGGI, cuyo papel ha sido muy importante en nuestra región para el desarrollo de la Estrategia de Movilización de Financiamiento Sostenible, la Taxonomía Sostenible y el Fortalecimiento de Capacidades en el Sector Financiero”, indicó el Subsecretario.

En el evento también se habló de la importancia de impulsar la innovación y acelerar la transición hacia una economía global resiliente e inclusiva, alineando los flujos de capital con los objetivos de desarrollo sostenible.

Los especialistas invitados dialogaron sobre el imperativo económico que representan los objetivos en materia de financiamiento sostenible. Esto debido a que las comunidades más vulnerables al cambio climático son aquellas de bajos recursos que habitan en la región, por lo que esta nueva economía generará un impacto directo en el nivel de calidad de vida de las personas que las habitan.

“Las personas en situación de vulnerabilidad son las más afectadas física y económicamente por los impactos del cambio climático. Entonces, es ahí donde se convierten estas en los protagonismos de la transición. Más allá de los beneficios ambientales, proteger la biodiversidad puede liberar billones de dólares en valor económico. Desde nuevos medicamentos hasta agricultura sostenible y ecoturismo. Las finanzas sostenibles pueden canalizar inversiones para conservar y restaurar nuestros hogares, garantizando que sigan alimentando a las generaciones venideras y nuestros hijos”, dijo Tatiana Escovar, Representante de País Adjunta de GGGI, en Colombia.

El contexto de fenómenos extremos crecientes y la emergencia de instrumentos financieros innovadores y más inclusivos para enfrentarlos, fue otro de los temas relevantes durante las ponencias. “No todo lo verde es justo y eso es especialmente cierto cuando vemos los temas de género, en el área de energía y agricultura. S no nos preparamos, no vamos a estar incluidas en los empleos del futuro y de eso debemos estar conscientes para cerrar esa brecha”, señaló Milagros de Camps, viceministra de Cambio climático y sostenibilidad en el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la República Dominicana.

«En América Latina y el Caribe, estamos comprometidos con el desarrollo verde sostenible. Este evento ha sido una oportunidad invaluable para fortalecer la colaboración y movilizar recursos hacia la adaptación y la conservación de la biodiversidad en la región. La perspectiva de género y la inclusión social en proyectos de adaptación al cambio climático que detone el desarrollo de los países de la región, mientras se genera un impacto positivo para la gente”, concluyó tras el evento Ferruccio Santetti, Director Regional de GGGI para Latinoamérica y el Caribe.

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El IVA representó 30% de los ingresos tributarios de América Latina en el 2021: OCDE

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) informó que el cobro del Impuesto al Valor Agregado (IVA) fue la principal fuente de ingresos en América Latina y el Caribe durante el 2021, al representar 29.9% de los ingresos tributarios totales y 6.4% del Producto Interno Bruto (PIB).

Sebastián Nieto Parra, jefe de la unidad de América Latina y el Caribe del Centro de Desarrollo de la OCDE, comentó a El Economista que el dato de la recaudación de IVA en la región en el 2021 es mayor a 20% que representó el impuesto en el total de los ingresos tributarios de los países de la organización.

“Algo que es sumamente importante es saber qué modelo de desarrollo y qué estrategia queremos en la región y en función de ello definir qué sistema impositivo queremos (…) Tenemos una dependencia muy importante de los impuestos indirectos y esto nos lleva a coyunturas difíciles para unos países de la región”, dijo Nieto Parra.

El informe “Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe 2023”, elaborado por la OCDE, apunta que 21 países de la región vieron incrementada la recaudación del IVA como proporción del PIB, frente nueve que lo registraron en el 2020.

En el caso de México, la recaudación del Impuesto al Valor Agregado pasó de 23.8% registrado en el 2020 a 25.7% del total de los ingresos tributarios en el 2022. Como proporción del PIB, el IVA representó 4.3% en el 2021.

En la región sólo la recaudación del IVA representó 30% de los ingresos tributarios; pero si se considera todos los impuestos con los que se gravan bienes y servicios (como los impuestos especiales, los derechos de aduana y de importación), la proporción aumenta a 50 por ciento.

Tal es la magnitud de los ingresos de gravámenes por bienes y servicios en América Latina y el Caribe que sólo las finanzas públicas de Cuba, Guyana, México, Panamá y Trinidad y Tobago no dependen tanto del cobro de esos impuestos.

Mejorar la progresividad

El jefe de unidad de la OCDE mencionó que la región debe de ver de qué forma se debe mejorar la progresividad de los impuestos y en particular cómo migrar hacia gravámenes directos a personas físicas.

Los recursos procedentes del Impuesto sobre la Renta (ISR) de las personas físicas representaron 9.4% del total de los ingresos tributarios en el 2021, mientras que a nivel OCDE la proporción es de 24.1 por ciento. Esto es, en parte, consecuencia de la alta informalidad laboral de la región.

Sebastián Nieto Parra declaró que algunas acciones para mejorar la progresividad fiscal deben de contemplar un impuesto sobre la propiedad, impuestos sobre ganancias ocasionales e impuestos a los dividendos.

“Ante todo lo que necesitamos en América Latina es generar los consensos necesarios. Pasar reformas tributarias es de las acciones de política pública más retadoras y por lo tanto, para generar el consenso, tiene que haber un diálogo con base en la evidencia empírica”, sostuvo.

Fuente: OCDE

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Sol peruano es la moneda más estable de Latinoamérica pese al continuo ruido político, señala Scotiabank

El sol peruano se viene posicionando en lo que va del 2023 como la moneda más estable —con las fluctuaciones diarias de menor intensidad— de la región, reportó el Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank. El cálculo proviene de la volatilidad histórica para las monedas de América Latina en los últimos seis meses en Bloomberg.

Pese a la inusual volatilidad del tipo de cambio en el 2021 y 2022 por factores como la incertidumbre política tras las elecciones, la incertidumbre por el conflicto Rusia-Ucrania, y las expectativas de alzas de tasas de interés, el sol peruano ha mostrado fortaleza. Según señala Scotiabank, la resiliente economía peruana —que a pesar de los recurrentes choques crece más que sus pares—, los sólidos fundamentos externos, y el reconocido manejo del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) han llevado a que el sol sea nuevamente la moneda más estable de América Latina.

“Sin embargo, los grados de incertidumbre en lo que resta del 2023 y 2024 aún seguirían siendo elevados, considerando el proceso de transición de la política monetaria de una postura contractiva hacia una posición neutral, el persistente ruido político local —por ahora de intensidad más baja— y los riesgos latentes en el contexto internacional”, detalla la entidad.

Scotiabank proyecto en adelante un movimiento lateral del tipo de cambio local, aunque en términos promedio mantendría un sesgo hacia la apreciación. Tras promediar una cotización de S/3,84 en el 2022, este año se ubica en S/3,80 en lo que va del 2023. Hacia el cierre del año, la entidad estima que el tipo de cambio promediaría S/3,85 con “un sesgo hacia la baja”.

EL TIPO DE CAMBIO EN EL 2024
Para el próximo año, Scotiabank espera que la evolución de la moneda peruana refleje el balance de fundamentos externos, precios del cobre en particular, la tendencia internacional del dólar, el diferencial entre tasas de interés en dólares y soles, y la voluntad del BCRP de evitar mucha volatilidad.

“Estos factores pueden generar giros de corto plazo, pero parecen cancelarse mutuamente en el tiempo. El supuesto de fondo es que el tipo de cambio se moverá más en función de mercados y fundamentos, que de turbulencia política interna. Sin embargo, eventos políticos de envergadura dentro del país podrían afectar significativamente al sol, como ha ocurrido en el pasado”, especificó.

La entidad recalca que los balances macroeconómicos seguirán dando soporte al sol. Por ejemplo, la balanza comercial acumula un superávit de US$8.600 millones hasta febrero (últimos 12 meses), superando en US$ 7.000 millones del nivel prepandemia. Asimismo, el nivel de reservas internacionales se aproxima a US$75.000 millones y equivale al 28% del PBI, una de las cifras más altas entre economías emergentes. Además, resalta el apetito por riesgo en los mercados emergentes, reflejado en el alza de 2,5% en los índices tanto de bolsas como de bonos de mercados emergentes; y el comportamiento de las tasas de interés internacionales respecto de la tasa en el Perú, cuyo diferencial se mantiene estable en el año.

“Dados nuestros supuestos sobre el escenario político, la salida de capitales no sería un factor relevante en el 2024. Si bien el ruido político continúa, tiene baja intensidad sobre el mercado cambiario, siempre que no se activen temas cruciales como vacancia o cambio presidencial o la posibilidad de una Asamblea Constituyente —que parece cada vez menos probable—”, indicó.

Según Scotiabank, la dirección de la política económica y el accionar apropiado de las principales instituciones económicas parecen ser un soporte suficiente para contrarrestar el ruido político de baja intensidad de cara al mercado cambiario. Añade que el riesgo principal a su expectativa de “relativa estabilidad cambiaria es una nueva ola o rebrote de la inflación a nivel global, que implique retomar el ciclo de alza de tasas de interés y por tanto un mayor fortalecimiento del dólar estadounidense”.

Fuente: Forbes Perú